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TIENDAS MODA ADLIB
DIVINA boutique
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BAMBA ADLIB Palm Natural Wear
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IBIMODA Ibiza
Tiendas en Ibiza:
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07800 Ibiza (Eivissa)
Taller: C/ Vicente Serra i Orvay, 19 - Ibiza -
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Empresa de confección textil artesanal de moda 100% ibicenca Adlib con diseños personalizados para mujer, novias y niños. Creada en 1997 por las hermanas ibicencas Antonia y Lali Riera, en Ibimoda diseñan piezas y vestidos únicos de algodón 100% inspirados en la moda Adlib, que nace en la isla de Ibiza en los años 70 para poner en valor los materiales blancos, ligeros y trabajados artesanalmente que definían el estilo fresco y desenfadado de los isleños
PILUCA BAYARRI Ibiza
C/ Agapito Llobet 22 - Local 5
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Calle Baleares, 6
07800 Ibiza (Eivissa)
Telf. 971 390 767 Fax. 971 392 732
MODA ADLIB - Fabricación y Venta al Mayor
Horario de 9:30 h. a 14:00 y de 17:00 a 21:00 h.
Ibiza soñaba en febrero de 1971 en convertirse en capital de la moda. La mayoría de las
boutiques ibicencas confirmaban su participación en la que sería la I Semana Internacional de la Moda en Ibiza. Cada diseñador debía presentar diez modelos inspirados en trajes ibicencos. El
presupuesto para tal evento se aproximaba a las 600.000 pesetas -algo más de 3.600 euros- aportadas por el Ministerio de Información y Turismo. Los artesanos también estaban invitados a
participar en este evento con accesorios y joyas para completar el desfile. Las boutiques proponían que todos los modelos correspondientes a la “moda Ibiza” lo hiciesen bajo el nombre “Adlib”
que significa “viste como quieras, pero con gusto”. Así nacía la moda Adlib en la isla hace 40 años con la princesa Smilja Mihailovitch como promotora del fenómeno.
Smilja se percató del enorme atractivo del clásico atuendo de la mujer ibicenca y observó de que toda persona que acudía a Ibiza cambiaba inmediatamente su forma de vestir. Su traje clásico era sustituido por una blusa de canesú de encaje.
La princesa junto a los delegados de Turismo de Ibiza y Palma, Enrique Ramón Fajarnés, el entonces alcalde de Ibiza, Miguel García de Sáez acudieron a hablar con el ministro de Información y Turismo y el director general que apoyaron la iniciativa económicamente.
¿Pero qué es la moda Adlib? En sus inicios surgió de las boutiques ibicencas con sus pequeños talleres junto a una red de artesanas que bordaban inspiradas en la isla. Destacan los encajes, las blusas y trajes largos con estampados ‘batik’, las prendas hechas a punto de ganchillo, los originales atuendos para la playa y la combinación de tejidos con cuadros de ganchillo. Además hay que añadir cinturones, collares, bolsos de cuero y capachos. En resumen, se trataba de una moda alegre.
Primera gala La I Semana de la Moda Adlib tuvo lugar del 27 al 31 de mayo de 1971 en el baluarte del Portal Nou, una finca payesa, el Country Club de Sant Antoni y Puig de Missa. Doce boutiques participaron en el evento con 140 creaciones. Cada una tuvo que aportar 10.000 pesetas -60 euros-.
Joaquín Prats ejerció de maestro de ceremonias y el Comisario de España en la Feria Mundial de Nueva York y presidente del Centro de Iniciativas de Turismo de Ibiza y Formentera, Miguel García de Sáez, fue el pregonero.
Al desfile asistieron ilustres damas de la vida social como la marquesa de Villaverde, la princesa Inmaculada de Borbón la vizcondesa de Ribes, la señora de March, todas ellas invitadas por la Condesa de Romanones. La alta sociedad formó el jurado de la I Semana de la Moda que otorgaba cuatro premios. También fueron invitados periodistas nacionales e internacionales de prensa especializada en moda, y TVE.
Adlib en Vogue En 1975 la prestigiosa revista de moda Vogue se desplazó a Ibiza para realizar un reportaje sobre la Moda Adlib con Ursula Andress como protagonista. Se trató sin duda de una publicidad excelente no solo para la moda si no también para la propia isla. La moda se convertía así en un medio para conseguir publicidad gratuita en medios nacionales e internacionales de la isla. No hay que olvidar que fue el propio Ministerio de Turismo el que la impulsó económicamente.
Solo durante 1980 Ibiza contó con una hora y media completa en televisión a través de la moda Adlib, lo que supone millones y millones de pesetas que a lo largo de esta década no se ha pagado gracias a este fenómeno.
Otra fórmula de promoción, tanto para la moda como para la isla, fue la distinción de ‘Hombre Adlib’ a personajes de la época entre los que se encontraban políticos, actores y periodistas
El alcalde de San Sebastián fue nombrado ‘Caballero de la orden Adlib’ en 1976. José Oneto, periodista y entonces director de ‘cambio 16’, fue ‘Hombre Adlib-80’. Un mes más tarde era el actor Fernando Rey nombrado ‘Personaje Adlib por Excelencia’. Antonio Garrigues Walker y Felipe González también ostentaron esta distinción.
Compradores Pese a la farándula que ha rodeado la Semana de Moda, Ablid siempre estuvo
enfocada a la venta. El Corte Inglés consta como uno de los grandes compradores de moda ibicenca.
En octubre de 1975 compradores de las famosas galerías Lafayette de París se
desplazaron a la isla para admirar las creaciones locales.
Un año después, Galerías Preciados en Madrid dedicó sus escaparates durante tres meses a Ibiza. El evento estuvo acompañado por un pregón a cargo del actor José Luis López Vázquez. La mediación de Smilja siempre fue vital para conseguir estas promociones.
Adlib también estuvo presente en otros escenarios fuera de la isla desde sus inicios. En 1976, Ibiza dio el salto a París, al salón Prèt-a-porter, donde se codeó con firmas como Dior e Sant Laurent. Los pedidos tuvieron que cerrarse por temor a no poder producir más dada la dimensión artesanal de los talleres. Fue en ese momento en el que la princesa instó a las boutiques ibicencas a unirse y participar en futuras ferias internacionales.
Un año después las ventas de Adlib a boutiques de toda España en el salón de Vestir de Barcelona ascendía a más de 50 millones de pesetas -300.000 euros-.
La princesa apostó por seguir apoyando el sector que podría llegar a convertirse en uno de los principales ingresos de la isla. “Cuando cree los certámenes había solo tres boutiques, ahora son ya 25”, explicó en una crónica de la época de Diario de Ibiza. Múnich, Düsseldorf, Venezuela y Puerto Rico también llamaron a la puerta de Adlib.
La necesidad de crear unos talleres “comunales” para atender a toda la demanda era vital para la dimensión comercial que iba tomando el sector, eso sí, siempre respetando la ubicación, que jamás debía salir de la isla. “La moda Adlib quedará en Ibiza para siempre”, según Smilja.
Diez años de Adlib En Noviembre de 1980, Smilja planteó la necesidad de reestructurar la moda Adlib para dotarla de una infraestructura hasta entonces inexistente. Año tras año la princesa era la encargada de organizar el desfile y “mendigar” ayudas como ella misma decía.
La princesa consideraba necesario que las autoridades se hiciesen cargo de Adlib y planeasen su futuro. Smilja instó a crear una asociación para planificar las actuaciones futuras. “Yo ya no puedo seguir, y la moda es un patrimonio de Ibiza (…) es mucha responsabilidad para una persona ya que se trata de la segunda industria más importante de la isla”.
El 8 de abril de 1981 se creó la gestora de la Moda Adlib como paso intermedio a la creación del Patronato de la Moda, del que Smilja fue la directora hasta su fallecimiento. La gestora estuvo constituida en sus inicios por un representante del Consell, uno de Fomento del Turismo, uno de la Cámara de Comercio, uno de la Petita y Mijjana Empresa d`Eivissa y Formentera y uno de las boutiques.
Una moda más sentimental Lo que durante varios años supuso para las Pitiusas un reconocimiento absoluto y un negocio redondo para creadores y diseñadores comenzó a sufrir los avatares de la dejadez empresarial a finales de los 80.
El concepto de calidad se deterioró, así como el cuidado de la imagen.
Muchos empresarios llenaron sus arcas durante casi dos décadas sin preocuparse de invertir en una infraestructura. La gente compraba la moda Adliib, no había que vender y además sin salir de casa. Los talleres de creación de Smilja ya preconizaba años atrás eran más que necesarios. La moda sufría una pequeña recesión a nivel mundial y Adlib ´89 se abría a Europa.
Entre los creadores surgían discrepancias de la necesidad de la Moda Adlib.
La veían como un pretexto para hacer una fiesta o se preguntaban que qué iban a
mostrar ya que no hubiese visto la gente, pero cuando se vivieron los mejores
momentos todos estaban satisfechos. De los primeros creadores no quedaba ya casi
nadie.
Pese a ello, 24 negocios y boutiques, 144 creaciones y 20 maniquíes
participaron en la Moda Adlib ´89.
Adlib se queda huérfano El 1994 el fallecimiento de Smilja pone en peligro la continuidad de la Moda Adlib. Después de 22 años al frente, el Consell de Ibiza aseguró que era casi
imposible encontrar a un sustituto capaz de imprimir el carácter y la relevancia que alcanzó de la mano de la princesa.
Pero en esos momentos, si algo tenía claro el órgano insular era de la necesidad de que la próxima edición de Adlib debía celebrarse ya que la ruptura podía ser peligrosa.
La moda Adlib superó el primer año sin Smilja, su vigésimo segunda edición, volviendo a sus orígenes, el color blanco, los algodones , gasas y tules. Adlib ’95 fue una homenaje a su impulsora.
Pero al año siguiente no se celebró la Semana. La negativa del sector de la asociación de Creadores y Diseñadores a seguir celebrándola en las mismas condiciones que en años anteriores y la supresión del certamen por parte del Consell dejó en difícil situación la continuidad del legado de Smilja.
Pero el certamen de Moda Adlib volvería a celebrarse al año siguiente, los días 5 y 6 de julio de 1997, dejando atrás las disputas entre diseñadores y la propia indecisión del Consell.
Llegó el escándalo El 25 aniversario de la Moda Adlib se convirtió en un escándalo. Por primera vez una empresa contratada por el Govern Balear se encarga de gestionar los 58
millones de pesetas de presupuesto –más de 348.000 euros-, cuatro veces más que en años anteriores. Pula Golf plantea el desfile como una gala a beneficio de las oenegés ANDE y Aspanadif, por lo que los famosos que presencian el desfile no cobran. Sin embargo, la empresa mallorquina incumple su promesa de donar un millón de pesetas -6.000 euros-a cada asociación.
Pero el evento estuvo rodeado de polémica antes del único desfile que se celebró en una carpa ubicada en el Muelle Mercantil del puerto el 15 de mayo y que prescindió de la tradicional visita a Formentera. La carpa albergó a más de 400 invitados y tuvieron que abrirse los laterales para facilitar que la decena de ibicencos que se agolpaban en el exterior pudiesen disfrutar del espectáculo que no estuvo abierto.
Algunos diseñadores se desmarcaron tras acusar a la empresa organizadora de prepotencia y falta de profesionalidad. También se descubrió que meses antes, antes de que se resolviera el concurso público, Pula Golf ya se presentaba como organizadora del desfile.
Los presentadores, Ana Obregón y Moncho Borrajo, cobraron menos de las facturas posteriormente presentadas por el empresa mallorquina al Govern, que cuando le exige las cuentas arroja un gasto de 66 millones, ocho más de la cantidad licitada.
La imagen de Adlib El Patronato de la Moda y los diseñadores eligieron en 2004 la que sería la marca diferenciadora de Adlib que establecía un criterio de calidad . Se trataba de dar una imagen de industria sólida que generase confianza a los compradores. Así nació el logo que hoy todos conocemos. También se abrió un registro de diseñadores.
Hasta la fecha, el camino no ha sido nada fácil, la Semana de la Moda siempre ha sufrido un tira y afloja entre el Consell y los diseñadores por temas como controles de calidad, desorganización, problemas con las fechas o denuncias de intrusismo. Pero ningún obstáculo ha sido lo suficiente insalvable para que en años sucesivos Adlib haya seguido su carrera 40 años después de su creación
Página de Diario de Ibiza del 23 de febrero de 1971 que anunciaba la
I Semana de la Moda de Ibiza
Cuando Adlib era algo más que una moda
Porque, para empezar, la moda Adlib seguramente no podría haberse dado en ningún otro lugar de España en aquellos primeros años 70, es decir, cuando la democracia todavía no había llegado a este país ni había manera de saber cuándo ni cómo iba a llegar: se necesitaban precisamente unas condiciones que solamente esta isla parecía tener, gracias a su tradición turística, basada en el «vive y deja vivir», del que sin duda derivará el lema Adlib creado por Smilja Mihailovitch: «Viste como quieras, pero con gusto».
Del ´hippy´ al Ministro de Turismo
En la cadena de esta tradición que vincula la idea de la libertad individual con Eivissa, que se inicia en los años 30, los hippies acababan de poner el listón muy alto. La moda Adlib es una
consecuencia directa del movimiento hippy, tal vez no del movimiento genuino, pero sí del ´ambiente´ que aquel dejó como legado en Eivissa y que ha perdurado en muchas de sus manifestaciones, no
solamente en el vestir. Un ambiente que contenía un cierto popurrí ideológico: una visión idealizada de la naturaleza, algunos ingredientes de la contracultura y un toque de colorido naif. El hippy
–como las modelos Adlib– parece haber renunciado al mundo organizado y burgués, es un ser libre que no depende de nada ni de nadie y que –también como las modelos de la nueva y transgresora moda–,
pasea candorosamente por la campiña ibicenca rodeado de flores y plácidas visiones coloristas.
La moda Adlib deriva de aquella atmósfera de culto a la juventud, de los primeros mercadillos, de las comunas en las casas rurales, del nudismo en las playas, de la sexualidad libre: mucho de todo aquello que, en los años 60, se identificaba con Eivissa –y que, a menudo, por cierto, había sido criticado, dentro y fuera, por la prensa franquista y reprimido por las autoridades–. No en vano, el primer logotipo Adlib fue una hoja de parra, con sus claras connotaciones paradisíacas y el simbolismo de los placeres prohibidos€ En el pregón de la Semana Adlib de 1975, el escritor Antonio Gala, con su habitual estilo florido, no eludió la mitología: «Eivissa es un paraíso donde Eva no hubiera mordido aún la manzana».
Pero el caso es que la primera Semana Adlib, en 1971, pudo llevarse a cabo gracias a las 700.000 pesetas que se recibieron del Ministerio de Información y Turismo. El beneplácito oficial al ´ambiente´ neohippy, al menos a su informal estética, era ya un hecho. Con visión comercial, el Fomento de Turismo supo promover esta asimilación para vender durante mucho tiempo una idea que podía llegar a ser también una marca. La idea convenía al futuro turístico de la isla y pronto se abandonaron muchas de las mojigaterías todavía en vigor en la sociedad ibicenca de entonces para celebrar aquella libertad sin democracia, una ceremonia supuestamente apolítica por la que se asomaban famosos de diversa condición y en la que desfilaba un gran número de jóvenes, llegadas de no se sabía dónde, altas y delgadas, con vestidos variopintos, escuetos casi siempre, casi angélicos.
Los valores que promovía en aquellos primeros tiempos la marca Adlib no eran nuevos: esencialismo, desnudez, limpieza, autenticidad, funcionalidad, pureza€ ¡Lo mismo que se venía diciendo desde los años 30 de la arquitectura rural de la isla! Se trataba, por tanto, de trasladar aquellos valores tan significativos, tan mediterráneos, tan ibicencos, al cuerpo humano y a su capacidad de movimiento y seducción. La moda Adlib representaba, en sus orígenes, una estética que pretendía ser también todo un estilo de vida. No puede desvincularse, por tanto, del mito turístico de Eivissa, forma parte de él como un episodio relevante más.
El éxito obtenido en aquellas primeras ediciones y su repercusión mediática en España se comprende perfectamente: Adlib, de la palabra latina ´Ad libitum´ (en libertad), simbolizaba todo aquello con lo que muchos jóvenes españoles soñaban en aquellos últimos años de la dictadura franquista: una transformación profunda, una espacio nuevo de libertad social y política o, como mínimo, un efímero paseo por las nubes ibicencas.
Los exitosos orígenes
La exposición de S´Alamera, titulada ´La revolució Adlib. Llibertat des dels anys 70´, recorre con medios modestos pero todos interesantes aquellos primeros años de la Semana y su evolución –más o
menos problemática– hasta nuestros días. La muestra destaca dos aspectos que sin duda merecen ser recordados. De una parte, la importancia que tuvo una serie de boutiques y diseñadores que, ya antes
de la creación de la marca Adlib, creaban y vendían esta moda. La lista es más larga de lo que cabe imaginar: Victoire (Brigitte Attard), Zoe (Siegfried Meier), Tip Top, (Catherine), El Bazar, Malcom
Tillis, Yes, Bys, Cantonada (Teresa Bermejo), La Rosa Negra, Pandora€ Algunos de sus protagonistas, junto con otros que llegaron poco después, hablan de la moda Adlib en un valioso documento
audiovisual que puede verse en la exposición.
De esta manera, por ejemplo, Siegfried Meier recuerda haber vivido principalmente «como un divertimento» aquellos primeros diseños suyos en Zoe. Juanita Díaz se refiere a lo Adlib como «una fusión de culturas» –en una expresión que por aquella época seguramente aún no se utilizaba–, una fusión de lo hippy y la cultura rural ibicenca. Para Luis Ferrer la moda Adlib es lo romántico por excelencia y también la creadora de un blanco de Eivissa. Porque desde entonces, ir de blanco por el mundo significa ir vestido al ´estilo ibicenco´. (No parece casual que, por aquellos mismos años se desarrollara también en arquitectura un ´estilo ibicenco´, inspirado más o menos en la casa rural...)
Respecto al blanco habría mucho que decir, porque ni siquiera en sus orígenes la moda Adlib fue solamente blanca. De hecho, la exposición recuerda al visitante los procedimientos rudimentarios para el teñido, los productos químicos que se empleaban para dar color a los vestidos. Con todo, el vestido blanco reinaba en las ceremonias Adlib y por esta razón se convirtió en el principal icono de esta moda.
El segundo aspecto que esta muestra destaca, y con justicia, es el papel de las mujeres ibicencas en esta nueva industria que llegó a convertirse, después del turismo, en la segunda en importancia de la isla. Porque coser, bordar, cortar y teñir fueron tareas que, al menos en aquellos primeros años, se realizaban en casas payesas, es decir, corrían a cargo de mujeres que llevaban haciendo aquello toda la vida aunque para otro tipo de trajes y vestidos.
Después del éxito de las primeras Semanas Adlib, el volumen de creación se multiplicó y no por ello dejó de hacerse artesanalmente. Tal vez de este modo muchos descubrieron una faceta del mundo rural femenino extraordinariamente apreciado, los bordados, que algunos diseñadores integraron pronto a sus creaciones neohippies.
La exposición muestra también otros aspectos interesantes, como la repercusión mediática de la moda, y lo hace mostrando portadas y páginas de numerosos periódicos locales, nacionales e internacionales, con las que se demuestra hasta qué punto Eivissa se puso en el mapa con Adlib. También se muestran algunos documentos audiovisuales, como el que ya se ha mencionado, además de un episodio del NO-DO. Hay también un gran número de fotografías, de desfiles, de modelos, de vestidos, de famosos y de pregoneros. Entre estos últimos abundaban los periodistas más conocidos: desde Emilio Romero a Cándido o Julián Lago. Pero también los escritores mediáticos del momento: Antonio Gala, Francisco Umbral, Antonio de Senillosa. Y hasta Eduard Punset.
Y los famosos más famosos: Julio Iglesias, Sara Montiel, Raphael, Polanski, Fernando Rey, Plácido Domingo, Gina Lollobrigida€, todos siempre acompañados por la irrepetible Smilja Mihailovitch, que hizo de Adlib el principado que siempre soñó merecer y tener en alguna parte.
En su pregón ya citado de 1975, Antonio Gala dijo que «lo Adlib supone algo más que una moda». Así era. Cuando España cambió por fin, Adlib pasó a ser solamente una moda más entre muchas y ya nada volvió a ser como había sido en sus orígenes. El mundo de los hippies empezaba a ser cada vez más lejano y la Semana Adlib, reconvertida en Pasarela Adlib tuvo que reinventar una nueva identidad. Parece que aún está en ello
Diadio de Ibiza, 2 de Junio 2012
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