El templo de San Antonio Abad impresiona por la grandiosidad de su aspecto de fortaleza y la bella torre cuadrangular que lo caracteriza. El patio descubierto y el porche enlosado le acaban de dar esta imagen. El actual campanario, en cambio, es moderno y data de 1977.
La primera referencia histórica de la iglesia de San Antonio Abad la encontramos en 1305, año en que Rodrigo, arzobispo de Tarragona, autorizó los pobladores del Quartó de Portmany a construir una capilla y un cementerio, a fin de no tener que desplazarse en la parroquia de Santa María, en Dalt Vila, de la que continuaban dependiente.
Aquella primera iglesia fue dedicada a San Antonio por los parroquianos, tal como se estilaba entonces, lo que provocó que el nombre del santo se comenzara a aplicar también al Quartó de Portmany. De ahí deriva el nombre con el que hoy conocemos el pueblo: San Antonio.
En el siglo XVI ya hay documentación que habla de una iglesia fortificada con una torre de base cuadrada, almenas y el aspecto defensivo que siempre la ha caracterizado.
En 1644 se iniciaron importantes obras de ampliación y reforma, provocadas probablemente por el aumento de la población. Estas obras no acabaron hasta bien entrado el siglo XVIII, con la construcción de los porches y la casa parroquial, y en 1785 San Antonio Abad pasa de ser una vicaria a una parroquia. Entre otros elementos artísticos de interés cabe destacar la escultura de San Antonio del siglo XVIII, el retablo recientemente restaurado, el éxtasis de San Antonio en la capilla del santo, el zócalo de azulejos del presbiterio, la pila de agua bendita sostenida por un ángel, los cuadros de los Santos Médicos Cosme y Damián o todo el retablo de San Roque (1719), que se puso a la capilla del santo para la gran fiesta que los portmanyins le dedicaron después de la peste de 1652 , en el que no hubo ninguna muerte del pueblo.
Recientemente, el filólogo Marià Torres ha publicado una guía de esta iglesia de gran interés para profundizar en su conocimiento
La iglesia de Sant Rafel de sa Creu se encuentra situada en el término Municipal de Sant Antoni de Portmany, dentro de la parroquia del pueblo de San Rafael.
Su acceso es por la carretera que une la ciudad de Ibiza y San Antonio, a medio camino se encuentra el desvío a la derecha al pueblo de San Rafael, nada más entrar en el pueblo hay una calle a la derecha que nos conduce a la plaza de la iglesia de San Rafael, rebautizada con el nombre de plaza de Joan Mari Cardona.
Fue manda construir por el obispo Manuel Abad i Lasierra, perteneciente a orden de los Benedictinos en 1786. Este obispo fue el encargado del diseño de las parroquias ibicencas de la época y su trabajo ha perdurado hasta la actualidad.
La aportación económica y de trabajos, se inicio con donaciones voluntarias de los fieles, durante su construcción daba servicio aproximadamente a 680 fieles. Se construye en la hacienda de Francesc Planells "Fariseu". La casa de la hacienda referida aún perdura aunque ahora convertida en un conocido restaurante "Clodemis".
El ámbito de la parroquia tiene una extensión de cuatro “vendas” (unidad de medida de longitud que consiste en la distancia que recorre un animal de tiro durante tres horas), que son: San Rafael de Força (encrucijadas), Fornas, sa Creu, sa Bassa Rojer.
La iglesia no fue terminada hasta 1797 pero ya en el año 1793 se celebro la primera misa, aprovechando que se termino de cubrir la bóveda del tejado.
En el año 1835, ya eran tiempos revueltos para la iglesia, el Estado pensaba en la pesada carga que suponía la cantidad de bienes que la iglesia atesoraba. El párroco cambio la titularidad de la única finca que disponía esta parroquia, se puso a nombre del “Curador de las Almas” de esta forma cuando fue aprobada la desamortización de Mendizábal, los bienes parroquiales no fueron incautados. Con los alquileres de esta finca se pagaban las misas dedicadas a la salvación de las almas. Esta titularidad se mantiene en la actualidad pues no se ha efectuado ningún tipo de cambio sobre la escritura pública.
Esta edificada sobre una sola planta con un prebisterio profundo y, a cada lado se han dispuesto de varias pequeñas capillas. La nave central se apoya en sendos contrafuertes, solamente visible el del lado izquierdo, los del lado derecho quedaron integrados en casa parroquial, dentro de sucesivas reformas. Del exterior destaca la hornacina donde se encuentra San Rafael y, en la parte superior la espadaña con forma de torre piramidal con flancos ondulados, donde alberga la campana de bronce, fundida en los talleres de Barcelona, corona el conjunto una pequeña cúpula de inspiración árabe. Esta parte de la iglesia obedece a la reforma emprendida en 1900 y que cambio su fisonomía exterior. Las dimensiones del templo es de: 20,5 m. x 9 m. x 9 m. de arcada.
En su exterior se construyeron dos tipos de porches uno con forma de “L” pegado a la entrada, datado en 1863 y otro lateral en 1877 en lo que posteriormente fue anexado a la iglesia.
La construcción de toda la iglesia es de piedra de arenisca unidas con mortero de cal, que en algunos puntos sus muros llegan a tener unas dimensiones de dos metros de grosor.
La bóveda es del mismo material que la iglesia finalizada con teja árabe.
El solado era en un principio de baldosa de arcilla del tipo “catalán”, este fue sustituido en 1937 por la baldosa con dibujos irregulares en blanco y negro actual.
En 1936, durante la guerra civil, fue una de las iglesias de Ibiza que más sufrió de los ataques radicales, su archivo y biblioteca fueron quemados, sus imágenes y retablo mayor fueron destruidos, la parte del coro y el solado también fue dañado por las llamas. En la parte de la entrada debajo del coro había un zócalo formado por azulejos andaluces que fue también destruido y posteriormente fue encalado.
El actual altar mayor fue encargado por el párroco, fue terminado en 2006, su diseño trato de ser una copia viva del primitivo, no se disponía de ninguna fotografía y solamente pudo confeccionarse con las descripciones de las personas que lo conocieron antes de la quema. Fue realizado en Madrid por el maestro artesano y ebanista mallorquín D. Antonio Mesquida, las maderas fueron confeccionadas con maderas de cedro y laurel de Ecuador.
Las tallas de las capillas de San Rafael, Santo Cristo y varias vírgenes fueron instaladas actualmente, pues hasta la imagen de San Roque desapareció en la etapa de la república
La iglesia de Corona, dedicada a Santa Inés, se encuentra entre las parroquias que, en 1785, el obispo Manuel Abad y Lasierra decretó que se construyeran a través de un edicto. El templo debía ser edificado en la venda de Corona, perteneciente entonces al Quartó de Balansat, que desde entonces quedaba constituida en una nueva demarcación parroquial. Desde que se había fundado la vicaría de San José (1727), la venda de Corona había sido asignada como compensación a la vicaría de San Antonio.
Santa Inés era una santa que despertaba una gran devoción a Portmany desde tiempos inmemoriales. También en Corona, por lo que se desprende del decreto episcopal, que dice textualmente, que el nuevo templo le será dedicado "para que los pobladores de la comarca de Corona eran muy devotos de Santa Agnès". Lo eran porque se encontraban relativamente cerca de la Cueva de Santa Agnès y tomaban parte muy activamente en las fiestas que se hacían, en especial el 24 de agosto, día de San Bartolomé.
Las obras del templo empezaron en 1786 y finalizaron en 1812, aunque los porches de la iglesia fueron cubiertos entre 1825 y 1830. Mientras duraron las obras de construcción del nuevo edificio, las celebraciones religiosas se hacían a Can Jordi, caso en el Pla de Corona. El año 1806 la iglesia estaba muy avanzada, pero opiniones contrarias al lugar elegido para hacerla casi provocaron que se tumbao para mudarse de lugar. Se trata de unas disputas que se repitieron en otros lugares en los que se levantaron parroquias en aquella época.
El edificio destaca por su sencillez rural y para ser más baja que otros templos similares del campo ibicenco. Un hecho que llama la atención es que tenga dos puertas de entrada. Inicialmente, sólo tenía una, la de mediodía, que da a los porches. Pero en 1870, según se cuenta por un crimen de sangre que se cometió, muchos decidieron no entrar más por aquella puerta, y tuvieron que abrir la que da a la plaza y tapar la primera, aunque hoy vuelve a estar abierta
La construcción de la iglesia de San Mateo apóstol comenzó en 1787 y finalizó once años más tarde, en 1798. De esta obra dejó constancia un testigo de lujo, el archiduque Luis Salvador, que en su obra ' las antiguas Pitiusas 'dejó escrito: "la de San Mateo es una de las iglesias más bien construidas y una de las más armónicas" de Ibiza. Con la construcción de la iglesia, muy pronto todo el término de la antigua venda de Albarca del cuartón de Balansat, con un añadido del de Portmany tomó el nombre de San Mateo, que se ha conservado hasta hoy.
Existe una leyenda popular que explica que los habitantes de Albarca trabajaban sin descanso en la construcción de su iglesia, porque la querían tener hecha antes que los de Corona no tuvieran lista la de Santa Agnès. No obstante, estos fueron los primeros en terminarla porque hicieron los muros muy bajitos, y es por eso ¿cuenta la leyenda- que la de Santa Inés es la iglesia más baja de todas.
En 1873 el cantero Miguel Torres, Cires, llevó a cabo la reforma del presbiterio de la iglesia de San Mateo, que era mucho más pequeño y estrecho que no es ahora. En 1968, casi un siglo después, se acabó la construcción del altar mayor. Los porches de misa, con tres arcos exteriores y cinco de interiores, se construyeron los años 1884 y 1885 y tienen una hermosa cubierta de vigas y ripia de sabina. El retablo que podemos contemplar hoy fue colocado en 1991, procedente de la iglesia de la Santa Cruz del Pedreguer.
Junto a las iglesias de San Lorenzo y San Carlos, la de San Mateo es una de las muestras más exitosas de la arquitectura popular religiosa de Ibiza del siglo XVIII
Situada en el barrio de Can Bonet, la iglesia de la Sagrada Familia es una buena muestra de la arquitectura religiosa contemporánea desarrollada en la isla de Ibiza durant el siglo XX, caracterizada por la entrada de nuevos estilos y formas racionalistas.
Can Bonet, Ses Païsses y Can Guillemó, en los años sesenta, fueron las zonas donde principalmente se asentaron muchas familias venidas de otras poblaciones de la isla, atraídas por la eclosión turística y económica de San Antonio. Para atender eclesiásticamente todos estos nuevos núcleos de población se proyectó esta iglesia, para la que el canónigo de la Catedral de Ibiza, Vicent Bonet Ferrer, dio a la diócesis el solar para que se pudiera construir el templo.
Éste, por deseo del canónigo, fue dedicado a la Sagrada Familia, patrona de las migraciones, lo que estaba en relación con los nuevos habitantes de aquel lugar. De este modo, el obispo José Gea Escolano puso la primera piedra de este templo el 31 de mayo de 1986; y él mismo la inauguró el 21 de sesembre de ese mismo año ya se puso en funcionamet.
La empresa Rafal y Cardonet, SA, llevó a cabo la construcción de esta obra proyectada por el arquitecto ibicenco Josep Antoni Zornoza Tur. Se trata de una iglesia de estructura práctica, muy blanca y luminosa, que guarda una imagen de la Sagrada Familia procedente de la iglesia de San Antonio Abad y que tuvo que ser restaurada para presidir el nuevo templo. También hay una imagen moderna de la Purísima, dada por una familia de feligreses
Rafael Capitán, y el padre Vicente Colomar, cura de Sant Antoni, en la puerta del templo.
14-03-2016 | Daniel Espinosa
Una iglesia para más de 500 fieles de Ses Païsses y Can Bonet
Cientos de vecinos de los barrios de Can Bonet y Ses Païsses, a la entrada de Sant Antoni, han marcado con una gran x en su calendario la fecha de este sábado. El motivo no es otro que la inauguración de la reforma de la iglesia del barrio, conocida como de la Sagrada Familia, y que a partir de ahora pasará de ser una pequeña capilla con capacidad para algo más de 50 personas a ser un templo con una torre campanario de más de ocho metros de altura y posibilidad de alojar a cerca de 500 feligreses.
La ampliación se ha llevado a cabo en muy pocos meses, ya que las obras comenzaron en julio de 2015. El encargado de llevar a cabo la construcción de la obra ha sido Rafael Capitán, basándose en el mismo proyecto que diseñó en 1983 el arquitecto ibicenco Josep Antoni Zornoza Tur y del cual apenas se había podido construir una tercera parte en la zona más al este del solar que en su día donó a la Archidiócesis de Eivissa el canónigo de la Catedral, Vicente Bonet Ferrer.....
En el siglo XIX toda la zona de Forada y Buscastell experimentó un importante crecimiento de población, por lo que, en 1867, el vicario capitular Rafael Oliver ya preveía la necesidad de construir una capilla en la zona, que fuera filial de la parroquia de San Antonio. El objetivo era el de atender todas las familias de aquella zona, a las que el pueblo de Portmany les quedaba demasiado lejos, a fin de facilitarles la asistencia a misa los domingos y los días de fiesta.
Pero tuvieron que pasar cien años para que la idea comenzara a tomar forma. La primera piedra de la actual capilla, situada en el cruce de la carretera de San Rafael a Corona con la de San Antonio en San Mateo, fue colocada el dieciséis de mayo de 1965 y la bendición inaugural de la capilla terminada fue dos años más tarde. El obispo Francisco Planes Muntaner dedicarla a la Purísima.
El arquitecto del proyecto fue Josep Ribes González, ibicenco y residente en Barcelona, que también hizo todo el seguimiento de las obras. La capilla es de forma cuadrangular, con una pequeña espadaña, de formas modernas para la época y alejada de los cañones arquitectónicos de las iglesias tradicionales. Hoy en día el edificio se encuentra completamente mimetizado con el entorno, hasta el punto de que hay gente no sabe que se trata de un espacio de devoción.
En su interior hay tres imágenes. La de la patrona, la Purísima, es obra de los jesuitas de Sarriá y fue hecha para la inauguración de la capilla, que celebra su fiesta patronal cada 8 de diciembre. Las otras dos corresponden a San Antonio Abad y San Vicente Ferrer