Festa Pagesa a

 

 

POU de CAN BURGOS

 

Sant Josep - Ibiza (Eivissa)

 

Se celebra el primer sàbado después de Santa Maria, 5 agosto

por la Colla de Sant Jordi

Can Burgos se llena de tradición y

 

mantiene el espíritu payés con juegos

 

y bailes        | Sant Jordi | 

 
 

La ballada de pou organizada por el Grup Folklòric de Sant Jordi de ses Salines volvió a reunir, como cada año, a decenas de personas para celebrar que el espíritu ibicenco más puro sigue en plena forma. Sin embargo, este año lo hizo en una ubicación más amplia y cercana al pueblo, en el parque público de Can Burgos.

Con la colaboración del Ayuntamiento de Sant Josep y del Consell d’Eivissa, el Grup Folklòric hizo lo que viene siendo habitual en este día tan señalado: diferentes actividades como bailes por parte de la Colla de Sant Jordi y juegos payeses, entre los que destacó sa granera, así como concursos de ucs y de brular es corn. Tampoco faltó una atractiva rifa en la que se dieron regalos como cenas en Can Sala y Trigo Trago, anillos de Casa Afro e, incluso, un viaje a Formentera.

Asimismo, los asistentes pudieron disfrutar de cocas dulces y saladas, sangría y unos deliciosos bunyols.

A la ‘festa payesa’ se acercaron alrededor de 300 personas, residentes en su mayoría. Tampoco quisieron perders este encuentro con familiares, amigos y vecinos políticos de todos los partidos, entre ellos, el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas Agustinet. Y es que se trata de una celebración para reencontrarse y compartir tradiciones y cultura con amigos, familiares y vecinos.

La realidad es que se enmarca fuera de los núcleos turísticos y persiste gracias a todos los ibicencos que quieren que sus tradiciones perduren en el tiempo y pasen de abuelos a nietos. Sin duda, una festividad que los más pequeños acogen con ilusión y que, en un futuro, tendrán que hacer llegar a su descendencia si no se quiere perder.

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Sant Josep ha invertido este año 20.000 euros en el acondicionamiento de una plataforma que permitió llevar a cabo la ballada, además de mejorar el empedrado de caminos en la zona para facilitar el acceso y aparcamiento de vehículos.

Y es que el fuerte temporal de hace un año hizo que el parque de Can Burgos sufriera una serie de hundimientos y deslizamientos de los montículos de tierra, donde también desaparecieron algunos senderos.              Periodico de Ibiza, 12 de agosto de 2018

La Colla de Sant Jordi traslada a

Can Burgos su tradicional ‘ballada de pou’

Después de 25 años celebrando cada domingo después de Sant Ciriac la ‘festa pagesa’ en el Pou Roig, la Colla de Sant Jordi ha decidido este año cambiar de lugar. Y el motivo no es otro que la falta de espacio después de que se haya construido alrededor de este pozo situado en el cruce de las calles Mont Blanc y Mèrlera, que apenas dejaban espacio para la instalación del escenario en el centro de la calle.

Desde la directiva del Grup Folklòric de Sant Jordi de ses Salines empezaron a buscar lugares alternativos en el pueblo donde antiguamente su hubiera bailado, como en s’Arrentador de ses Bótes, en es Còdols, o en el Pou des Vicents. Sin embargo, al final se decantaron por el aljibe situado en el parque público de Can Burgos, justo al lado del Mercadona de sa Carroca, una zona de fácil aparcamiento y cerca del pueblo. Allí es donde mañana, a partir de las 20 horas, se celebrará la ‘ballada’ además de ‘jocs pagesos’ y sangría y ‘bunyols’ para todos.

Plaza nueva

El Ayuntamiento de Sant Josep ha invertido 20.000 euros en el acondicionamiento de una plataforma para que se pueda llevar a cabo la ‘ballada’ y el empedrado de caminos en Can Burgos.

Las lluvias de hace un año provocaron en el parque de Can Burgos una serie de hundimientos y deslizamientos de los montículos de tierra y la desaparición de los senderos.

La nueva plaza tiene 100 metros cuadrados y también se han empedrado los 800 metros de senderos que conducen hasta esta plataforma. La intención del Ayuntamiento de Sant Josep es terminar de cubrir de adoquines el resto de la plaza, además de incluir un plan de ajardinamiento que embellecerá, con árboles autóctonos y de bajo consumo de agua, todo el parque.

Periodico de Ibiza, 10 de agosto 2018

Arqueología

El yacimiento que llegó tras el temporal

Una cavidad surgida tras las lluvias torrenciales de agosto del año pasado ha permitido recuperar un conjunto hidráulico único en Ibiza           16.07.2018 | 21:17

Patrimonio. Sant Josep dio a conocer ayer un yacimiento compuesto por nueve aljibes comunicados entre sí y que permanecía oculto bajo tierra en Can Burgos. Todavía se está a la espera de su datación, pero se trata de una estructura única en Ibiza y se cree que también sirvió de escondrijo durante la Guerra Civil.

La tormenta del 10 agosto del año pasado prácticamente colapsó la isla y todavía no se han reparado todos los desperfectos que ocasionó, como los desprendimientos y el cierre de la carretera de la urbanización de es Cubells. Sin embargo, también han causado «una satisfactoria sorpresa», como la calificó ayer el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, al presentar el yacimiento arqueológico de Can Burgos del que el Ayuntamiento ha encargado la museización.    Tras las lluvias, los operarios que retiraban hierbas de la zona verde de Can Burgos encontraron que el suelo se había hundido en dos tramos cercanos. «Pensábamos que podía tratarse de una pequeña falla», recordó el alcalde.

Sin embargo, tras encargar un estudio arqueológico, descubrieron que una de las cavidades se produjo porque se trataba de tierra sedimentada encima de un aljibe, que se encontraba escondido junto a otro más reciente y que se ha mantenido en el exterior. Además, se trata de un conjunto hidráulico con unas características inéditas en Ibiza: «La sorpresa ha sido encontrar este sistema que consta de nueve pequeños aljibes que se encuentran interconectados entre ellos», destacó la arqueóloga Glenda Graziani.  La oquedad que ha dado lugar al nuevo yacimiento arqueológico apareció junto a la cúpula para extraer el agua y otro aljibe de gran tamaño. Tras tres semanas de trabajo extrayendo tierra, que finalizaron el 16 de junio, Graziani y su colega Juan José Marí comprobaron que la bóveda del exterior estaba comunicada con el aljibe que acababan de desenterrar por un pasillo de dos metros. Luego se comunicaba con otros ocho depósitos de agua, a través de una doble arcada entre cada uno de ellos, formando primero una sección de 10 metros que luego crea un ángulo de 45 grados con otro pasillo de 12 metros.

«En Ibiza no hay nada similar y estamos buscando algún conjunto parecido», detalló Graziani. De momento, en el norte de la Península se encuentran «cisternas conectadas por una doble arcada, como el caso de aquí, que corresponden a época romana». Sin embargo, Graziani y Marí se encuentran en el proceso de redacción del informe arqueológico y todavía no cuentan con la datación aproximada de este yacimiento, por lo que su posible origen romano no es más que una hipótesis, de momento.

En la excavación, los arqueólogos se encontraron con que algunos de los aljibes estaban cubiertos con restos de basuras o sedimentos de tierra de época más reciente, con lo que se infiere que quedó oculto cuando el desarrollismo llegó a Can Burgos.

¿Escondrijo en la Guerra Civil?

Los testimonios recopilados por el concejal de Patrimonio, Paco Ramón, a raíz del encuentro del yacimiento también apuntan a que sirvió de escondrijo de un militar del bando nacional durante las tres semanas de dominación republicana de Ibiza, en la Guerra Civil. Así lo recordaban los hermanos Enrique y Ernesto Ramón Fajarnés, cuya familia era la propietaria de Can Burgos y sufrieron la contienda en su niñez.

«Por los restos que hemos encontrado, no podemos asegurar que fuera exactamente aquí», matizó Juanjo Marí, «pero es posible que el militar se escondiera aquí durante el día y por la noche saliera a alguna casa, como pasó mucho durante la Guerra Civil». Un testimonio de los hermanos Ramón Fajarnés refuerza la hipótesis de que el aljibe fuera el refugio: «Ellos recordaron que el militar era capaz de obtener agua sin salir al exterior, de manera que tenía alguna relación con estas cisternas», apuntó el arqueólogo.

Si el aljibe sirvió de escondrijo, «significa que ya estaba en desuso en la Guerra Civil». Sin embargo, los arqueólogos han encontrado en su base monedas del reinado de Alfonso XII, con lo que cabe suponer que cumplía con su función de depósito de agua en esa época.

Tras el fin de las excavaciones, y a la espera de que finalice el informe arqueológico, la intención del Ayuntamiento es museizar este yacimiento, ya que se encuentra en un espacio público. Además de poder visitar los aljibes, se instalarán paneles informativos y una recreación virtual en tres dimensiones en la web del Ayuntamiento para visualizar su interior.                  Diario de Ibiza, 16 de Julio 2018

 

 

 

 

 

 

 

 

Jaume Riera             WhatsApp   675 86 76 89

 

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