Museo Etnológico
En el Puig de Missa da Santa Eulària des Riu se encuentra Can Ros, antigua casa payesa habilitada como museo de etnografía local.
Can Ros es un buen ejemplo de arquitectura rural ibicenca, con el "porxo" (sala principal), la cocina, las diferentes "cases de dormir" (habitaciones), la almazara (molino de aceite), el "porxet" de arriba (balcón), el pozo y la cisterna. Adaptándose a las exigencias del espacio, se ha dispuesto una exposición permanente, unas veces de forma escenográfica, si la sala y las piezas lo permiten, y otras mediante vitrinas o diversos expositores.
Esta exposición abarca desde la indumentaria y la joyería a multitud de objetos domésticos usados en las casas payesas, utensilios del campo y de oficios o tareas concretas, instrumentos
musicales, armas y objetos de uso personal.
Esta exposición permanente se ve completada por exposiciones monográficas de carácter temporal, así como por la realización de los Talleres de Artesanía, actividad en la cual diversos artesanos
tradicionales nos muestran la elaboración de instrumentos musicales, indumentaria, alpargatas, juguetes y objetos hechos con fibras vegetales. Durante la visita a Can Ros puede solicitar ver alguno
de los vídeos de carácter histórico-etnográfico que conforman el fondo videográfico.
MÁS INFORMACIÓN:
Museo Etnológico de Ibiza y Formentera
Can Ros des Puig de Missa
Santa Eulària des Riu
Tel. 971 33 28 45 - 971 33 81 54
Fax: 971 33 82 38
e-mail: meef@cief.es
HORARIO:
Del 1 de octubre hasta el 31 de marzo: de martes a sábado de 10 a 14 horas y los domingos de 11 a 13:30 horas. Cerrado los lunes y los festivos y del 20 de diciembre
al 20 de enero.
Del 1 de abril hasta el 30 de septiembre: de lunes a sábado de 10 a 14 horas y de 17:30 a 20 horas y los domingos de 11 a 13:30 horas. Festivos cerrado.
Acueducto de s'Argamassa
Plaza del Cañón
Estatua Homenaje a Sa Pagesa
La payesa que ya no da la espalda
La payesa del cántaro, que llevaba desde 1984 mirando el pequeño chorro de agua que emite la fuente de la plaza del Cañón de Santa Eulària, ha cambiado de orientación. Desde hace algunos días ya no le da la espalda a los visitantes que atraviesan la recoleta placita sino que los mira de frente y ha dejado de ser, para disgusto de los amantes de lo anómalo, una de las pocas estatuas cuyo lado más fotografiado era el del cogote.
Es un cambio sustancial, provocado por el último cambio de gobierno en una Administración local, que ha traído, sin cambiar de partido, una mirada nueva a los problemas de la Villa del Río.
Hace algo más de 27 años, cuando se plantó la payesa –realizada por el escultor Pepe Martínez, residente en aquel entonces en Santa Eulària–, se siguió una lógica escénica para decidir que mirara hacia dentro de la plaza y no a los transeúntes que por allí pudieran pasar.
La figura se pagó por suscripción popular de los comerciantes de este enclave de Santa Eulària, que pensaron, según explican desde el Ayuntamiento, que como la joven llevaba un cántaro acomodado a su cintura, quedaba «más natural» que mirara a la fuente, dando la idea de que se dirigía a ella para llenar la vasija. Así que se les hizo caso.
Subidos a la peana
La estatua ha seguido, así, inmutable en su aparente desconsideración con los visitantes durante casi tres décadas. Y en estos años la vegetación ornamental ha ido creciendo hasta esconder parcialmente la figura. Esto produjo un efecto indeseado e imprevisto: «Muchas personas que se querían fotografiar con la payesa entraban el césped y se subían a la peana para que esta saliera de cara», explican fuentes municipales.
Durante años, en la Corporación local nadie se percató de este problema, aunque se siguieron poniendo los medios para hacer más frondoso el pequeño ajardinamiento y se paliaban los efectos del pisoteo de las plantas. Hasta estas últimas elecciones, que han propiciado la entrada en el pleno de un edil vecino de la plaza y concienciado de esta situación que activó los recursos para solucionarla.
En una mañana de trabajo, con la intervención de un camión dotado de una pluma, se levantó la figura de su peana y se volteó para colocarla de cara al público y de espaldas al agua. De este modo, ahora sí, los turistas podrán tomar de ella fotos con total comodidad y colocándose delante de la misma, como sucede con la mayoría de estatuas.
Con el cambio la figura, de escasas cualidades artísticas y un estilo realista muy común, pierde la que era su principal particularidad. Igual que antes, a los visitantes les sigue haciendo gracia la escultura. Si acaso, cuando muestren su foto en casa ya no parecerá que se encontraron a la payesa de terracota en mitad de la jungla, sino en una civilizada glorieta de una localidad soleada
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Si necesita fotos del Bic Bien Interés Culural de Sargamasa,declarado monumento en 1998, junto a sus restantes elementos , la villa bizantina y asentamientos púnicos rurales, tengo mucho gusto en
enviarle fotos si me dice dónde puedo hacerlo