Un libro de 190 páginas recoge la historia de Sa Colla de Sant Rafel, un grupo folclórico que nació hace
34 años y que se ha convertido en parte fundamental del día a día del pueblo
Laura Ferrer Arambarri | Ibiza 08.01.2016 | 12:14 Un ejemplo perfecto de que las colles pitiusas son mucho más que meras
formaciones de baile es Sa Colla de Sant Rafel. En sus 34 años de historia (nació en 1981 por iniciativa de Margalida Bonet) han pasado por la formación 140 miembros que han vivido todo tipo de
aventuras, anécdotas, viajes, reconocimientos públicos, noviazgos, bodas, hijos... Mucha historia para contar que se iba perdiendo con el tiempo. Un grupo de integrantes de la colla se puso manos a la obra para recopilar esa historia en un libro que acaba
de ver la luz: ´Sa Colla de Sant Rafel. 1981-2011)´, que ya es todo un best seller ibicenco. Decenas de fotografías, centenares de anécdotas y hasta el cancionero de temas que han compuesto en todos
estos años para acontecimientos especiales conforman un libro que en cierto modo es un pedazo de la historia reciente de Ibiza. El proyecto surgió en 2005 cuando varios integrantes de la colla comenzaron una recogida de material para una
exposición que se haría el año siguiente, en 2006, con motivo del 25 aniversario del grupo. Fina Tur (en la colla desde 1987), Marieta Juan (miembro desde 1989), Esperança Rosselló (desde 1981), Lina
Ferrer (miembro desde 1992) y Maribel Riera (1990) se pusieron manos a la obra, pero pronto se dieron cuenta de que el material que tenían entre manos daba para mucho más que para una exposición
efímera. «Comenzamos a recopilar fotografías y a buscar en hemerotecas de
medios de comunicación tanto fotografías como notas de prensa. Vimos que todo eso podíamos transformarlo en un libro», explican. Entrevistaron a gente mayor del pueblo, buscaron vídeos de actuaciones
e incluso hicieron una sesión de fotos profesionales con los miembros actuales de la colla con el fotógrafo Rafa Domínguez. Entre 2007 y 2008 se decidieron a empezar el libro pero nunca imaginaron que sería tan voluminoso. En total,
190 páginas cargadas de imágenes e información. Lo mejor, los viajes
Hay muchísimas anécdotas que recordar, pero las autoras aseguran que las que más
recuerdan los balladors son siempre los viajes. «Como el que hicieron a Gales, el primero fuera del país, para participar en un festival espectacular con más de 5.000 personas. Los niños les pedían
autógrafos después de las actuaciones. No se lo podían creer», explican mientras muestran las fotos del viaje. Y es que a muchos balladors estar en la colla les dio la primera oportunidad de sus
vidas de subirse a un avión. Viajar fuera de la isla con las emprendades de oro
a cuestas en el equipaje de mano les ha dado no pocos problemas. «Han llegado a decirnos que si eran robadas», dicen entre risas. Pero, al margen de la broma, lo han llegado a pasar mal. «Un día en
Madrid pasando el control nos pararon y nos dijeron que teníamos que mostrar facturas, justificar que todo eso era nuestro. Como teníamos tantos problemas, no solo nosotros sino también otras colles,
finalmente la Federació de Colles de la isla decidió hacer un acta notarial en el que certifica el origen de estas joyas porque, como es lógico, muchos de nosotros no conservamos facturas de
adquisición ni nada parecido, dado que son herencias en muchos casos», explican las autoras del libro. En todos los desplazamientos intentan ser muy discretas, «porque siempre es un riesgo viajar con
ellas». A margen de anécdotas, si algo trasciende del libro es el ingente
trabajo de proyección de la cultura ibicenca que han hecho fuera de las fronteras de la isla. «No nos hemos limitado a bailar sino que solemos explicar tanto qué significa el baile como las vestimentas.
Cuando saben que son bailes de cortejo, el origen y todo lo que hay en torno al folclore ibicenco entienden un poco más», relatan. «Llaman la atención las enaguas bordadas, las joyas, las
castanyoles, y la forma de bailar de las mujeres. ¡Nos han llegado a preguntar si llevamos ruedecitas debajo del vestido, por cómo nos deslizamos!», dicen entre risas las cinco. «Nos dicen incluso
que cambiamos mucho con el traje puesto. ¡Y tanto!», añaden divertidas. El
libro, más allá de recopilar fotos y datos, es también un testimonio de lo que la Colla de Sant Rafel significa para este pueblo y para cada uno de los 140 miembros que han pasado por ella. «Un
sentimiento común para todos los balladors es que es una segunda familia. No solo bailamos sino que también somos amigos, es un orgullo poder decirlo. Nos llevamos todos muy bien, somos una piña, es
la verdad. Eso se transmite, siempre nos hemos llevado muy bien», remarcan las autoras. «Más allá de lo que hagas en el plano del folclore, la colla es un elemento de cohesión para el pueblo»,
añaden. Lo resume a la perfección la fundadora, Margalida Bonet Ribas, en el texto del libro: «Sa Colla de Sant Rafel es lo mejor que he hecho en la vida, se ha ido gente pero ha entrado nueva. Para
mí era una fiesta, no lo vi nunca como un trabajo. Estoy muy orgullosa de haberla creado y de que haya ido adelante». Las autoras han investigado sobre los presidentes que ha tenido la colla, sobre los primeros maestros, la
formación actual, los ´Passos´ de Semana Santa y hasta la etapa en la que bailaron con el traje de clauer (coincidió con una visita de los Reyes). «Desde lo que imaginamos que iba a ser el libro a lo que ha salido finalmente hay un abismo. En cada reunión
se iba haciendo más grande y nos exigíamos más», confiesa Lina Ferrer, orgullosa, al igual que sus compañeras, de haber publicado este documento «que queda ya para siempre».
Una parte muy relevante de la investigación y que es especialmente importante
que haya quedado por escrito son las canciones, muchas creadas por integrantes del grupo para momentos especiales, como cuando presentaron el traje de clauer o cuando hicieron un homenaje a la
fundadora. Canciones que en muchos casos estaban a punto de caer en el olvido, a expensas de viejas grabaciones o de la memoria de los mayores. Otro punto que sorprende del libro es comprobar que, más que una colla, esta agrupación ha tenido funciones
más propias de una comisión de fiestas o de una asociación de vecinos, ya que ha organizado desde cursos de formación a carnavales, pasando por fiestas en el pueblo e incluso la cabalgata de los
Reyes Magos. La presentación del libro –que cuenta con una portada hecha ex
profeso por Carmen Corominas de Can Kinoto– fue todo un éxito. Las autoras, muy contentas por el resultado de un trabajo arduo como este, aseguran que el mejor premio ha sido «la excelente
recepción».